URGENTE ROSARIO: PATOTA AGREDIO A NUESTRO COMPAÑERO FRANCO MONTIEL
Repudiamos la actitud patoteril de la
agrupación 16 de abril (conducción del Sindicato de Recolección y Barrido y
servicios afines de Rosario) quienes, luego de reiteradas amenazas e
intimidaciones, esta madrugada agredieron fuertemente a FRANCO MONTIEL en su
puesto de trabajo por organizarse y defender los derechos de los trabajadores.
El mencionado compañero es trabajador de LIME (una de las empresas encargadas
de la recolección de residuos domiciliarios e higiene urbana de la ciudad
indicada), miembro de Recolectores Autoconvocados e integrante del
Movimiento de Recuperación Sindical-Rosario. Franco también es estudiante de 4°
año de Psicología de la UNR.
Así queda evidenciado el autoritarismo con el que se maneja tal conducción,
tratando de acallar a cualquier precio toda voz disidente y a todo aquel que se
organice consecuentemente para defender los derechos de los trabajadores.
Rodeemos al compañero con toda nuestra solidaridad.
Llamamos a todos los compañeros
de organizaciones sociales, políticas, barriales culturales,
gremiales,comisiones internas y centros de estudiantes de todo el país para
hacer llegar su adhesión contra este acto patoteril de una burocracia con más
miedo que fortaleza.
Por cuerpos de delegados y sindicatos combativos!
Fuera la burocracia sindical!
MOVIMIENTO DE RECUPERACION SINDICAL
(M.R.S.)
Facebook/Movimiento Recuperacion Sindical
1/6/12
Adjuntamos nota publicada por El Ciudadano Web:
Trabajador denunció una golpiza por interna gremial
Por Laura Hintze.- Es un joven que trabaja en la empresa Lime y, además, es estudiante de la carrera de Psicología.
2 jun, 2012
Ayer a las 6 de la mañana Franco Montiel, de 25 años, llegó a su
lugar de trabajo, la empresa de servicios de recolección de residuos
Lime, y se encontró con “siete u ocho” personas que lo estaban esperando
para insultarlo y golpearlo. No fue esa la primera vez que Franco
recibía amenazas, sí que se materializaban de manera tan contundente.
Para el joven, las agresiones se deben a una interna sindical, ya que
él, junto a otros compañeros recolectores, hace tiempo que le exige a su
gremio mejorar las condiciones de trabajo y organización. Sin embargo,
detrás de este episodio violento hay una historia interesante por
contar: Montiel es estudiante de la Facultad de Psicología, y la golpiza
que recibió ayer movilizó a la comunidad educativa para mostrarle su
apoyo.
Montiel tiene el pelo tirando a largo y un mechón blanco que le
cuelga sobre la frente. Con el voluminoso traje de Lime puesto no es
fácil distinguir su contextura física, pero es un chico normal, común y
corriente, salvo por algunas marcas de golpes en la frente y la boca.
Ayer a la mañana, cuando estaba llegando a su trabajo, cerca de siete
personas se le abalanzaron, lo insultaron, le pegaron y le tiraron de
los pelos. Sólo se fueron cuando otros trabajadores intervinieron para
separar. “A tres de ellos los conozco y sé que están vinculados con la
conducción del Sindicato”, aclaró Franco. Para él, todo esto está
enmarcado en una serie de reclamos que ha llevado adelante con
trabajadores nucleados en el mismo gremio; reclamos que son hasta
“básicos”, entre ellos, el pedido de elecciones de delegados fiscalizada
por el Ministerio de Trabajo. “Veníamos tratando de conformar un grupo
de autoconvocados y evidentemente están tratando de asustarnos,
reprimirnos”, aseguró.
“Ya había recibido un par de amenazas, por teléfono y por Facebook,
pero no creía que se iba a materializar en golpes. Realmente asusta y da
miedo”, relató Franco, quien explicó que ahora él piensa sólo en su
fuente de trabajo y su familia (en pocos meses será padre), aunque
también en seguir con este reclamo. “Estas cosas no tienen que pasar en
un ámbito democrático. Lo que yo hago no es más que política, en un
ámbito de democracia y libertad. Me parece que los sindicatos tienen que
ser de y para los trabajadores. Un gremio que no acepte las diferencias
y disidencias es propio de un sistema autoritario”, planteó.
Un dato no menor es que Franco habló desde el bar de la Facultad de
Psicología, en la Siberia. Hace seis años que estudia la carrera, y
ahora cursa materias de 4º y 5º años. Compartieron la mesa con él Marco
Maroni, miembro del Centro de Estudiantes, y Esteban Fridman, secretario
de extensión de la Facultad de Psicología de la UNR. “Él es un
estudiante que está intentando organizarse en su lugar de trabajo y la
Universidad no puede estar ajena, ni frente a esto ni frente al conjunto
de las problemáticas sociales”, señaló Fridman.
“En este sentido, para la Facultad no es menor que las amenazas sean
sobre un compañero que está planteando la democratización de un
sindicato. Todo, en un marco donde no es tan masivo que se sostengan
trabajadores en la universidad pública”, añadió. Por eso, el secretario
hizo hincapié más de una vez en que la institución respalda, acompaña y
está a disposición de Franco. “Queremos que él se sienta acompañado a la
hora de hacer política”, aseveró.
Este caso abre las puertas a pensar cómo se relacionan e involucran
los conocimientos y el trabajo. Cuando Franco entró a trabajar a Lime lo
hizo a la par de su ingreso a la Universidad. “Cambié mucho con la
Facultad. Uno se fortalece ideológicamente y lo que aprende lo quiere
implementar y difundir en su espacio de trabajo”, resaltó. “Los
trabajadores tenemos que tener las puertas abiertas a las universidades e
involucrarnos, entrar al lugar donde están en juego las ideas, porque
en los grupos de trabajo no suele haber circulación de esos materiales”.
Y así como en su ambiente de trabajo son pocos los estudiantes, pasa a
la inversa en la Facultad, donde muchos tienen que lidiar con las dos
cosas. “Esto también lo contamos para que no pase con ningún otro
trabajador de cualquier ámbito laboral”, expresó.
Desde el Centro de Estudiantes de Psicología, Marco Maroni, también
militante de la organización “Tupac”, rescató está fusión entre trabajo y
estudio: “La vinculación de la Universidad y los diferentes sectores es
fundamental para pensar una transformación de la sociedad. La Facultad
no tiene que permanecer ajena: no sólo tenemos que estar ahí para
producir conocimientos sino también para lograr el entrelazamiento con
las prácticas militantes de distintos ámbitos”.